Si acampas en el Parque Nacional Queulat, sentirás el contraste de un bosque virgen y frío mientras te relajas en las termas Puyuhuapi. Continuando al sur hasta Punta Arenas serás testigo de la unión de los océanos, también te cautivarán la diversidad ecológica e interesante historia. Cerca de Puerto Natales encontrarás las famosas Torres del Paine, la octava maravilla natural del mundo, con impresionantes vistas de imponentes macizos, bosques vírgenes y lagos turquesas.
En el verano dominan las temperaturas templadas y los inviernos tienden a ser muy fríos. En las costas y en los bosques llueve con frecuencia. Las condiciones son semi-áridas en la estepa patagónica.
Si vas de camping a esta zona, elige una que resista 2.000 a 5.000 mm de columnas de agua y que pueda enfrentar fuertes vientos. Generalmente, las carpas diseñadas para esto último tienen el techo más bajo y paredes curvadas. Las costuras también son importantes, deben ser dobles y termoselladas, y si quieres mejorar la performance de tu carpa para enfrentar el clima extremo de esta zona, una solución económica es ponerle más vientos y faldones.
Por último, para evitar que las corrientes de aire derriben tu carpa, orienta su entrada en sentido contrario a la dirección de los vientos.
Esta lona de polietileno te ayuda a prevenir el contacto directo del suelo de la carpa con el terreno. Así, evitas la transferencia de temperaturas externas al interior, el paso de la humedad o que alguna piedra, rama u otro objeto pueda perforar la base de la carpa.
Lleva una lona adicional de polietileno para construir un techo sobre la carpa, esto te dará mayor protección cuando llueva.
Si éste es tu destino en verano, te encontrarás con un clima de frío a templado: lleva un saco diseñado para temperaturas entre los 0° y 10° C. Si vas en invierno, el tiempo será más adverso y tu saco debe soportar temperaturas entre -10° a 5° C.
Su fin es protegerte del frío del suelo y darte más comodidad a la hora de dormir. Puedes optar entre de goma eva, inflables y autoinflables, siendo las 2 últimas las más recomendadas ya que suelen ser más cómodas.
Primero considera su tamaño, que dependerá de de la cantidad de días que vas de camping. La capacidad de carga en las mochilas se mide en litros, y cada litro equivale a 10 centímetros cúbicos.
Fíjate en los tirantes: procura que sean acolchados, anchos y firmes. Que tenga cinturón es muy importante también, ya que una mochila de camping correctamente armada distribuye 60% de su peso en el área de la cintura. Y para mayor comodidad, ten la precaución que tu mochila no pese más del 30% de tu peso corporal, ya que así será más fácil de llevar.
El cubremochila es un forro impermeable que tapa toda la mochila y la mantiene seca cuando tienes que moverte por lugares húmedos y lluviosos. Este accesorio viene incluido en mochilas de marca Klimber.
Lleva una mochila más pequeña –y ojalá impermeable- para realizar actividades en los alrededores del camping, por ejemplo, trekking o cicloturismo y poder cargar cosas como agua, bloqueador solar, billetera y otros elementos de forma cómoda y práctica.
Para cocinar, podrás optar por parrillas a carbón, eléctricas y portables. Las cocinillas pueden ser a gas, eléctricas y con balones individuales. Si eliges la opción eléctrica, chequea si es que hay electricidad en tu camping.
Cosas que tienes que llevar: set completo de cocina con sus utensilios, botellas para el agua, termo, fósforos, cooler, protector de llama, frasquitos con lavaloza y otros con condimentos, bolsas de basura, mesa, ordenadores y sillas plegables.
Para descansar, comer y compartir con amigos y la familia, prefiere los que tienen estructuras de aluminio y telas sintéticas, que los hace ser resistentes, livianos y ocupar poco espacio al poderse plegar.
Importante es que te protejas del calor directo del sol y de la radiación UV con una sombrilla. Y para comer protegido de insectos, vientos y el sol, jugar juegos de mesa o simplemente compartir con otros, el toldo es ideal.
Consiste en una cúpula cortada a la mitad que actúa como barrera frente a los vientos. Su techo -levemente sobresaliente- crea además un pequeño espacio con sombra.Es ideal para descansar recostado sobre el suelo y también es práctico para proporcionar a los niños un área protegida de la radiación solar para jugar.
Hay un abanico de posibilidades en materia de iluminación: de mano, frontales, de luz led y luces químicas. Las de mano son las tradicionales, prácticas en básicamente cualquier ocasión, las frontales sirven para dejar tus manos libres, las de luz led se aconsejan para usar dentro de la carpa u otras estructuras portátiles, y las luces químicas irradian una luz fosforescente que resiste encendida varias horas, sin necesidad de pilas o enchufes.
Necesarios si quieres inflar rápidamente colchones, balsas, flotadores y por qué no, para avivar el fuego. Hay eléctricos y manuales, los primeros funcionan gracias al encendedor del auto o un enchufe estándar de pared, los manuales con el pie o una manivela.
Unas estacas extra siempre son bienvenidas, puedes usarlas para fijar el cubrepiso y reforzar la resistencia a los vientos de carpas, toldos y pantallas cortavientos, entre otros. El kit de reparación para colchonetas inflables y el de las varillas de tu carpa es otro imperdible.
Los ganchos te servirán para colgar o mantener unidos objetos, además de poder acoplarlo a tu mochila para enganchar algo extra. Mientras que en las cuerdas, que ojalá sean de nylon poliamida, podrás para colgar tu ropa cuando esté mojada, asegurar objetos sueltos y varios usos más.
Ten lo básico que se necesita en caso de: parches curita, remedios frecuentes, termómetro, gasas, cintas, productos para estilizar y repelente de mosquitos.